Isis revela a Horus los secretos de la alquimia
Yo soy la diosa a la siniestra del Sol
yo soy Isis tu madre
te contaré cómo nos hicimos uno
cómo llegaste a ser oro por el oro de mi semilla
y la del ángel tu padre
el que me introdujo en el misterio de transformar lo grueso en prístino
me dió la libertad para practicar dicho misterio
una vez cada día cuando nace el oro en el horizonte
con la hornilla encendida y la vara de poder.
Tengo la obligación de callar
pero la revelación será nuestro secreto.
El asunto fue así
un ángel me divisó
un ángel me vio a la orilla del río
un ángel con prisa quería poseerme a la orilla de un río
yo soy Isis tu madre
no soy una niña
un ángel no podría violarme sin mi consentimiento
un ángel no podría besarme el empeine si yo no lo quisiera
mas yo deseaba del ángel su secreto.
Si le dejaba facinarse con la humedad de mi piel
tal vez cayeran desde sus alas
las palabras mágicas del conjuro
las medidas exactas de las materias.
Lo oculto es inmenso
al día siguiente el ángel Amnael me conocería.
Un ángel cayendo es una cosa patética
un asunto muy triste
por suerte que recapacitó
presa del remordimiento
me enseñó la fórmula para tratar los materiales
un único motivo motiva lo único
lo único motiva un único motivo
Después pretendía irse sin darme el conjuro
le introduje la lengua en la garganta
furioso me gritó las palabras de mi interés.
Acércame el oído
te haré saber dicho conjuro.
A partir de este momento
Horus mi hijo
mi amigo más íntimo
te has vuelto lo que soy.
Yo soy Isis a la siniestra del Sol
nadie ha levantado mi velo nunca.