viernes, 3 de diciembre de 2010

El demonio de Rilke

Dejen tranquilo a mi demonio
no le practiquen exorcismo
que baile tranquilo al son de mis pecados
que encabece el desfile
no me lo decapiten
yo cuido su cabeza
lo dejo alimentarse de la mía
él trabaja duro en aposentos interiores
hila fino el cardo y el alambre
escribe un libro en mi ausencia
cada capítulo es un aviso negro
por el que se manifiesta en el cotidiano
mi demonio
sigue la ruta en espiral
nunca falla porque es la falla
el perfecto amante
sin mí no existe
padre de legiones
consuelo de sepulcros
vampiro de tinta
es mi demonio
mi duende
no lo quiero en terapia
si desaparece
el ángel queda desprotegido.

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